martes, 12 de diciembre de 2023

DISCURSO DE ASUNCIÓN CONCEJO MUNICIPAL 2023



Muy buenos días, Sra. Presidenta del Concejo Municipal, concejales y concejalas; Señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe; fiscales y miembros del Poder Judicial; Sr. Rector de la Universidad Nacional de Rosario, legisladores nacionales y provinciales; representantes de medios de comunicación; credos de la mesa interreligiosa, miembros de la multisectorial por la paz; empresarios; directorio del nuestro Banco Municipal; autoridades de sindicatos, de instituciones y fundaciones; a nuestros ex combatientes; familiares de víctimas de la inseguridad.

Quiero empezar estas palabras, que serán apenas las necesarias, dejando bien claro que entendimos el mensaje que nos dieron cuando nos eligieron para gobernar la ciudad por cuatro años más. Nos acompañaron en una primera etapa muy complicada, en la que hicimos mucho pero no todo lo que queríamos. Podemos hacer más. Vamos a hacer más.

A pesar de todo, en estos primeros cuatro años hicimos mucho. Dijimos que íbamos a ordenar las cuentas, y las equilibramos. Dijimos que íbamos a poner decenas de miles de luces leds más para que se viera mejor, y lo hicimos. Dijimos que íbamos a hacer el pavimento a nuevo, para que dure, y lo hicimos. Dijimos que íbamos a volver a tener plazas lindas para que las familias se encuentren y los chicos jueguen, y lo hicimos. Dijimos que Villa Banana iba a ser Barrio Banana, y lo hicimos. Dijimos que íbamos a hacer que el centro de la ciudad, el que usamos todos, volviera a vivir, y lo hicimos.

Dijimos que íbamos a poner más ojos en la calle y lo hicimos. Dijimos que íbamos a hacer un Código de Convivencia nuevo y lo hicimos. Dijimos que había que recuperar la industria y lo hicimos.

Hicimos todo eso y mucho más, pero claro que faltó. Por eso, lo vuelvo a decir: le doy a los rosarinos un gracias enorme por confiar. Me comprometo, yo y todo mi equipo, a dejar la vida para honrar la confianza de la gente de nuestra ciudad.

Dije durante la campaña que a pesar de lo solos que nos habían dejado, Rosario podía. No fue una frase más, es una convicción profunda: Rosario siempre puede. Pero ahora que ya no estamos tan solos, vamos a poder enfrentar en serio el principal flagelo que no nos deja vivir tranquilos. Desde acá, quiero decirle al nuevo Gobernador y a todo su equipo, que confiamos y creemos en él y que estamos listos para aportar todo lo que esté a nuestro alcance en la batalla urgente por recuperar la paz.

Necesitamos que la calle sea para la gente buena, que el que las haga las pague, que los narcos estén aislados en serio, que los que tienen que estar presos no salgan hasta que no cumplan la condena.

Señor Gobernador, cuente con nuestra tecnología, nuestro personal, con cada uno de nosotros, porque vamos a acompañarlo en la primera línea de esta batalla, la de los buenos contra los malos, la más importante, la definitiva.

Y como escuchamos, como sabemos que el apoyo que nos dieron fue para decirnos “seguimos confiando, pero háganlo mejor” (perdón por hacer una referencia personal, pero es exactamente lo que me decía mi mamá cuando en el colegio me sacaba un bien pero no un excelente), quiero asumir hoy estos compromisos.

Vamos a hacer un gobierno aún más cercano, obsesionado con atender los reclamos vecinales más rápido, más sencillo y mejor.

Seremos un gobierno aún más ágil, donde las soluciones estén a mano del celular de cualquier vecino y las decisiones se tomen rápido y basadas en datos.

Seremos aún más austeros, invirtiendo con enorme cuidado el dinero necesario para el funcionamiento de la ciudad.

Estaremos aún más presentes, dando salud como no lo hace ningún otro municipio de la Argentina, salvando vidas y asistiendo a las víctimas que ojalá sean cada vez menos, acompañando a quienes sufren la tragedia de los consumos problemáticos, continuando obras para quienes viven en barrios que todavía necesitan llegar a la dignidad.

Si hicimos obras, vamos a hacer aún más. Más pavimento, más luces, más plazas, y las veredas, que tanto se necesitan.

Seremos una ciudad más integrada. Vamos a urbanizar más barrios para que los vecinos dejen de vivir entre pasillos.

Vamos a seguir abriendo calles para que entren las ambulancias, los colectivos y los patrulleros y las vamos a iluminar para que tengan más seguridad.

Seremos aún más cuidadosos con el medio ambiente, respetando nuestro verde, trabajando junto a los vecinos en la limpieza de la ciudad, mejorando y embelleciendo el espacio público.

Porque somos los que estamos presentes en el territorio, seguiremos poniendo a disposición la información de lo que pasa en la ciudad, para que la provincia, la policía y la justicia tengan toda la inteligencia que necesiten para cuidar a nuestros vecinos.

Pocas cosas son más importantes que un chico o una chica con formación y en condiciones de insertarse en el mercado laboral. Nunca va a dejar de importarnos el futuro de nuestros pibes, por eso trabajaremos en brindar aún más formación en los oficios del futuro.

Esta ciudad, se abrió al mundo en el siglo XIX gracias al puerto, ahora tenemos que hacernos globales por la economía del conocimiento. Vamos a formar miles de pibes en las escuelas de robótica en cada distrito y vamos a enseñarles habilidades digitales en la nueva Tecnoteca. En mayo termina la obra junto al Banco Mundial, y tendremos el galpón 13 lleno de chicos y chicas desarrollando talento en programación y lenguajes digitales.

Y quiero hacerles un anuncio: vamos a establecer en nuestros Distritos Municipales la Escuela de oficios de la UNR junto a la Universidad de adultos mayores. Oportunidades para los chicos y para los grandes, tan importantes, tan imprescindibles.

Se viene también una ciudad volcada a la potencia biotecnológica, con las 4300 startups, con la universidad, el núcleo científico y el CONICET, con los laboratorios, las incubadoras bio y las aceleradoras como BCR Innova, con las decenas de empresas tecnológicas de nuestro Polo y las industrias líderes en la materia.

Además viene un ecosistema innovador creando proyectos de triple impacto con un Hub bio en el galpón para darle ventajas comparativas a nuestra matriz productiva.

Queremos más cultura, más noche en nuestros barrios y en nuestras peatonales para el disfrute, más reposeras en las veredas con vecinos tomando mate en familia.

Si pudimos llenar los parques y las plazas, vamos a poder volver a esa vida que tanto nos gusta a los rosarinos.

Esta es una ciudad que se hizo de resistir para crecer. Está escrito en nuestra historia. Resistir la orden de no enarbolar bandera. Resistir al centralismo en Caseros, para ser declarados ciudad. Resistir la restricción de nuestras vías navegables, para constituirnos como puerto preciso de la Confederación.

Con el título de ciudad, ese caserío de 3000 habitantes y 500 casas de azotea, supo crecer desde el río y el campo. Aguantamos desde las subidas del Paraná que se llevaban los muelles incipientes hasta construir nosotros mismos un puerto moderno para en menos de 40 años ser el granero del mundo.

Nos hicimos centro financiero del interior, dejamos atrás el comercio de carretas y gestionamos la llegada del Central Argentino. De aquella historia a este presente en el que somos el polo logístico agroexportador más importante a nivel mundial.

Esta es la ciudad que no tuvo fundador, la que se hizo a sí misma, la que como dice mi amigo Oscar Botasso, nunca estuvo en los planes de nadie. Somos hijos e hijas, nietos y nietas del tesón y las ansías de ser grandes de esa Rosario cosmopolita, diversa y rebelde.

A esa historia me remito como un mandato. Si ellos pudieron hacer todo eso, nosotros tenemos la obligación de construir la Rosario del futuro.

Quiero una Rosario más justa, más linda, más limpia y más segura. Son tiempos donde el enojo y la angustia nos han acostumbrado al maltrato, a la agresión, a la descalificación burda, al anonimato cobarde… Pienso distinto.

De las malas se sale con respeto, con amor por el prójimo, bendiciendo la oportunidad de crecer aún contra todo.

Se los digo desde lo más profundo del corazón, aún sabiendo que no es la cultura que hoy impera. Soy un hijo de esta ciudad igual que todos nosotros. Como lo son Sebastián y Camila, como lo es mi papá Eduardo y como lo fue mi mamá Mirta a quien extraño infinitamente.

Tengo el privilegio y la responsabilidad más enorme que puedan darle a un rosarino. Y lo agradezco tan profundamente como cada abrazo, mensaje, bendición y preocupación que recibí en el momento más duro de mi vida.

Desde que nací camino y recorro esta ciudad como uno más, y así será siempre. Porque eso somos, rosarinos apasionados por nuestra historia, por nuestro futuro pero sobre todo por nuestra gente. Nacidos o venidos con tesón, pasión y amor… Que nunca nadie nos diga que no podemos. Rosario siempre, siempre puede.

No va a ser fácil, pero pondré el doble de esfuerzo, el triple, no importa, todo el que haga falta, para que cada vez que nos crucemos por la calle, pueda decirle a mis vecinos gracias por haberme confiado de nuevo el honor de ser el Intendente de la ciudad que tanto amo.

¡Arriba Rosario!

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