miércoles, 24 de octubre de 2018

Otro gobernador para el primer semestre


Los comicios provinciales de 2019 serán con un esquema casi idéntico al de 2015. El cierre de listas en febrero, las PASO en abril y las generales en junio. Perotti pone condiciones porque teme el efecto arrastre de Miguel Lifschitz. En Cambiemos hay tensión entre la UCR y el PRO, mientras el intendente José Corral tiene funcionarios que aprietan a dirigentes barriales. 

Orlando Chircaz | Cruz del Sur     


El gobernador Miguel Lifschitz podría esperar hasta los primeros días de diciembre próximo para dar a conocer el cronograma electoral 2019. Así lo indicó una fuente de la Casa Gris, quien está convencida de que el año próximo se utilizará un esquema similar al utilizado en los comicios de 2015: cierre de listas en febrero, primarias abiertas en abril y generales en junio.

El tema ya genera malestar tanto dentro como fuera del oficialismo porque las distintas fuerzas quieren tener certidumbre para diseñar sus estrategias y definir los acuerdos electorales. La especulación forma parte de este juego democrático pero tanto los dirigentes de Cambiemos como del PJ sostienen que Lifschitz quiere acomodar el cronograma según su exclusivo interés.

De acuerdo a información que pudo recabar Cruz del Sur, en los primeros días de febrero de 2019 vencerá el plazo para reconocimiento de alianzas; antes de terminar la primera quincena será la inscripción de precandidatos ante las autoridades partidarias o cierre de listas; y unos días después tendrán que presentar las listas de precandidatos ante el Tribunal Electoral.

La fecha que más suena para las PASO (Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) es el 14 de abril y para las Generales, el 16 de junio. La sospecha opositora es que, con esos plazos, el gobernador podrá competir en una candidatura provincial que traccione a la lista de Antonio Bonfatti y luego, en todo caso, participar como candidato en la elección nacional.

Precisamente, el gobierno de Mauricio Macri definió que en el orden federal el 22 de junio de 2019 –seis días después de los comicios provinciales– venza el plazo para la presentación de las listas de precandidatos para las PASO ante la Junta Electoral Partidaria. El 12 de julio será el puntapié de inicio de la campaña, el 11 de agosto las PASO nacionales y el 22 de octubre los comicios generales.

En caso de una segunda vuelta, la fecha elegida para el balotaje para dirimir al nuevo presidente y vice de la Nación será el 24 de noviembre. En Santa Fe es potestad absoluta del gobernador elegir el cronograma, aunque en comicios anteriores se citaban a los líderes de los diversos partidos para escuchar sus opiniones y recién después dar a conocer las fechas.

Ese es un reclamo del presidente de la UCR santafesina, Julián Galdeano, quien de un volantazo terminó jugando fuerte en Cambiemos pero que en las últimas semanas empezó a coquetear otra vez con el Frente Progresista. Una de las ideas que tiene el actual diputado provincial es una gran interna entre el FPCyS y Cambiemos. Busca tranquilidad, y supervivencia, a cualquier precio.

La convocatoria a elecciones en 2018 será para la fórmula de gobernador y vicegobernador; 19 senadores departamentales titulares y 19 suplentes; 50 diputados provinciales titulares y 10 suplentes; 44 intendentes de los 52 municipios; concejales de los 52 municipios; y miembros de comisiones comunales en las 311 comunas de la provincia de Santa Fe.

Haz lo que yo digo

Un dirigente enojado es Omar Perotti. En declaraciones a la prensa dijo que “si las generales aquí son el 16 de junio, los plazos para las inscripciones a nivel nacional cerrarían el 20 de junio. Por lo tanto, Miguel Lifschitz podría participar en ambas instancias”. El rafaelino no quiere que la imagen positiva del gobernador se traslade a ningún candidato o sector del Frente Progresista.

El rumor instalado es que el actual mandatario podría encabezar la lista de diputados provinciales y también en una fórmula presidencial. Eso cobró mayor fuerza luego de las entrevistas que mantuvo con distintos dirigentes nacionales en sucesivos encuentros: Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín, Martín Lousteau, Humberto Tumini y Sergio Massa.

Perotti no quiere conceder ningún tipo de ventaja y corre por izquierda al socialismo al señalar que “sería deseable que haya reglas claras” y que en el cronograma electoral “no se decida siempre esto a último momento de acuerdo con la conveniencia del gobierno de turno”. El senador nacional justicialista exige una posición que él mismo no cumplió en los dos últimos procesos electorales.

En 2011 perdió las internas abiertas para ser gobernador a manos de Agustín Rossi y unas semanas después fue llamado por Cristina Fernández de Kirchner para encabezar la lista de candidatos a diputados nacionales junto a –entre otros– Oscar Cachi Martínez. Cuatro años después, en 2015, perdió las generales contra Miguel Lifschitz en junio e inmediatamente después volvió a competir.

Fue el candidato a senador nacional por Santa Fe de Daniel Scioli y no le fue mal. Le ganó a dos históricos de la provincia: a su ex mentor político Carlos Reutemann y a Hermes Binner. En definitiva, tanto en 2011 como en 2015 Omar Perotti compitió por la gobernación y luego de perder (contra Rossi y contra Lifschitz) fue postulante a cargos nacionales.

Con respecto a la alianza UCR-PRO, que tiene al intendente José Corral como máxima expresión, hoy prefieren elecciones bien separadas de las nacionales porque reconocen que el sello Cambiemos aún es importante en las urnas pero ya no podría ganar solo con eso. El malestar de los sectores urbanos con las políticas de Mauricio Macri es un dato muy medido por el radicalismo amarillo.

Cambiemos es una expresión casi inexistente como frente político y todo se resume en una alianza electoral. Así las cosas, al PRO le interesa principalmente Rosario y Corral juega muy fuerte para quedarse con la provincia. El diputado provincial y presidente del PRO Santa Fe, Federico Angelini, no se banca al intendente capitalino y busca posicionarse como candidato.

Cada vez que avanza algunos casilleros, como los apoyos de los reutemanistas y ministros nacionales, el propio Mauricio Macri saca a pasear a José Corral. Eso generó una gran molestia en el macrismo más puro pero están convencidos de que la falta de conocimiento del santafesino y la cosecha de críticas que recibe en su propia ciudad ayudarán a que otras opciones sean más escuchadas.

Macri mandó a decir a su ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, que gracias a José Corral habrá subsidios a los colectivos urbanos de las grandes ciudades del país. La idea de capitalizar el anuncio en el candidato a gobernador de Cambiemos no es poco, pero tampoco se ajusta a la verdad. Eso mismo ya había sido negociado con los gobernadores cuando se anunciaron recortes y luego se revirtió el recorte producto del malestar popular.

Por último, esta semana se conoció una serie de audios de una funcionaria municipal de José Corral, encargada de los vínculos institucionales con ONG y cooperativas de trabajo, donde presiona y maltrata a un dirigente barrial porque no quiere votar a la candidata del municipio en el concejo de administración de un hospital de la ciudad de Santa Fe.

La funcionaria se llama Fanny Jara, fue concejal junto al propio Corral y hoy se desempeña como directora Ejecutiva del Programa de Participación y Promoción Ciudadana del municipio. La exigencia es que Susana López llegue a un concejo de administración; esa mujer es la esposa de un exfuncionario de Corral, Roberto Tito Montenegro, y recibió 6 millones de pesos para una ONG que hizo campaña a favor de Cambiemos. 

FUENTE: http://diariocruzdelsur.com.ar/noticia/noticia/id/31436

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