“Creer que se puede es
el primer estímulo que se nos presenta”
Historias de vida que nos comprenden
sin tapujos ni excusas. Historias que nos contagian el diario vivir de la mejor
manera. El compromiso común, nos envuelve y nos contiene desde la plena
convicción de que “creer, es poder hacer” hasta la más remota intención de
desestimar toda posibilidad por materializar dicha creencia. Son nuestras
historias, las que se entrecruzan por nuestras realidades haciéndolas más
potables, genuinas y dignas de
transitar.
La historia de vida que compartimos,
versa sobre una docente de escuela primaria, Claudia Palacios, profesora y Diplomada en Educación. Su apego a
las causas que evidencian las diversas realidades de los alumnos, es su mayor
riqueza.
En este contexto, ella, encontró estimular a los jóvenes desde la incumbencia curricular, dispositivo sutil y necesario para desandar el bien intencionado recorrido de la enseñanza – aprendizaje.
En este contexto, ella, encontró estimular a los jóvenes desde la incumbencia curricular, dispositivo sutil y necesario para desandar el bien intencionado recorrido de la enseñanza – aprendizaje.
Docente desde los 18 años. Con su
juventud a cuestas, arribó a los claustros educativos con la enjundia propia de
la juventud y con parte de sus convicciones resueltas.
Allí, vislumbró todas las posibilidades que el espectro docente puede llegar a realizar.
Allí, vislumbró todas las posibilidades que el espectro docente puede llegar a realizar.
Desde la pertenencia a una cátedra específica,
en nuestro caso, el área de lengua, hasta pergeñar proyectos que propendan a la
integración de los estudiantes, al fortalecimiento del vínculo escuela-alumnos;
a la apropiación de espacios propios de los estudiantes con toma de decisiones
por parte de ellos, y una vez aquí; reconocer los esfuerzos contraídos y
entregados por toda la comunidad educativa que, en este lapso de tiempo, se vio
sumergida en una serie de innovadoras actividades con la voz de los alumnos
como bastión principal resonando las mismas, en el propio ámbito de sesión del
Centro Estudiantil.
- "Reflexionar sobre lo que nos importa es propio de aquellos que llevan en su bagaje el sentir de lo sublime, el aroma de los abrazos y el propósito por querer ver más allá de la realidad que los circunda. Cuidar lo que se ama. Preservar su esencia. Permitirnos escucharlos es todo un momento de privilegio y de ilustración. Aprender sobre lo aprendido demuestra que el camino comprende a la vida misma. De ningún modo, debe interpretarse como extenso. Es ir sumando las experiencias que se nos presentan a lo largo de nuestra encantadora vida. Es brillante que así ocurra y la historia que hoy nos concierne, tiene este particular encanto, el conocer a personas que son trascendidas tanto por sus principios como así también, por sus convicciones que se sustentan en el bien común de la comunidad que las comprende".
ASPECTOS SUSTANTIVOS DEL PROYECTO
Podríamos decir que "el
estudio" es un camino. Que es un amigo fiel que estará siempre con
nosotros a la espera y con los brazos abiertos. Hoy nos importa referirnos a él. Sus alcances, oportunidades
y posibilidades que nos brinda. Sustento individual
que nos permitirá formar parte de proyectos colectivos cuya resultante
seguramente se evidenciará en nuevos y sólidos vínculos con los cuales podremos
diseñar caminos de amistad, de encuentro y fraternales abrazos.
"El momento que contiene este pasaje histórico, data del 2014, año en el que el proyecto que nos comprende, tuvo su bautismo curricular/institucional en el seno de la Escuela Primaria Nº 182 Martín Miguel de Güemes. De sus aulas, emergieron quienes con voz propia y un decir en ciernes, dieron cabida, al primer Centro de Estudiantes en Escuelas Primarias de la ciudad de San Lorenzo".
“Somos ideas, la unión, las hará realidad” rezaba el
contenido de una de las plataformas propuestas en pleno desarrollo del tiempo
electoral por aquel entonces.
Las
ideas como instrumentos de cambio, se proponían con absoluta claridad por los
jóvenes que veían en ellas, una realidad diferente desde la cual generar
proyectos más integrativos, les era posible.
Nos
cuenta la autora, profesora Claudia
Palacios: En las reuniones se presentan propuestas y se discuten las posibles
viabilidades de concreción o las posibles soluciones a cualquier conflicto o
necesidad de cambio o modificación que se presente en el establecimiento. Siempre pensando en
el bienestar y mejoramiento de relaciones que establecen inclusión, calidad y
territorialidad.
Una visión semántica sobre lo manifestado
por Claudia revelaría que, la
creación de un Centro de Estudiantes, representa, un ascenso en la estructura
institucional de toda escuela en tanto y en cuanto, estos espacios, se
conviertan en referentes insoslayables de tratamiento, respuestas y de nuevos
rumbos escolares. Centro de Estudiantes cuya concepción se traduce como la
entidad que los representa y les da voz a todos ellos. Centro que les
posibilita poder hacer una escuela más inclusiva y participativa. Centro desde
el cual poder solucionar los problemas de convivencia y también generar
espacios para todos los alumnos.
Alumnos devenidos en seres
comprometidos con mayores compromisos y con mayores oportunidades. Ellos, muñidos con sus ideas, se presentaban y exponían sin temores, asumiendo quizás, de
manera inconsciente, un rol que no entendían en su esencia pero al que sentían
en la realidad de cada reunión. Hasta allí llegaban, se encontraban, se presentaban
y daban rienda a cada una de las agendas pensadas.
"No estaban solos. Las docentes los acompañaban. De ser requeridas, ellas serian sus guías. Maestros confiables y referentes, en los cuales los alumnos encontraron sustento a sus inquietudes, sus miedos, sus ganas e incertidumbres".
Los tiempos electorales - de otrora - con su
particular micro clima los predispone a la espera. Espera que trasunta todo lo
dicho y discutido en las reuniones. Cargas discursivas que aún resuenan en las
mentes ansiosas de quienes se han propuestos como integrantes en algunas de
las listas, alumnos con incertidumbre pero provistos de una investidura nueva,
la que les otorgan sus ideas defendidas, sus anhelos acompañados por sus pares,
la de jugar en un tiempo pleno de encuentros y sin violencia. La de descansar
de la sórdida y asfixiante rutina que los deposita en lugares ajenos y oscuros.
La de sentir, genuinamente, que el aire en otros contextos, puede ser puro y que
no es pecado ni violento sentirlo.
Las jornadas electorales, son muy
esperadas. Jornadas cargadas de cansancio, de ansiedad, de temores y de sueños
cumplidos. Con especial esmero, la Profesora
Palacios, nos detalla aspectos de esos momentos:
“Llega la veda política y es admirable y emotivo ver cómo ellos mismos se establecen los compromisos, límites y respeto.
“Llega la veda política y es admirable y emotivo ver cómo ellos mismos se establecen los compromisos, límites y respeto.
Las docentes
ayudan a establecer las votaciones, cuarto oscuro, urna, listas oficiales…todo se conforma bajo las normas de una votación
democrática. Se realiza el recuento de votos y se da a conocer los ganadores. Todo se establece en orden, esperanza, con expectativas y alegría”.
"El Centro Estudiantil inició su recorrido en el ciclo 2014 y concluyó en 2017"
Las inquietudes de entonces aún
persisten en el sentir de la Profesora
Palacios. Es evidente. Inquietudes sin fecha de vencimiento ni tiempo de
prescripción. Inquietudes revestidas con
la contundencia de las necesidades postergadas y de las emociones acumuladas.
Sentir docente que se reciente y se compenetra de otras realidades, las de sus
alumnos, a los que ven llegar cada día y, a los que cada día, les profesan su
fiel atención y compañía.
Esta, es la trama principal que sustenta nuestra historia, la de una docente que creyendo en los alcances de la educación, se propuso crear nuevos espacios de participación. ¿Para qué? Para que sean más libres. Para que intenten al menos, entender la realidad que los circunda. Para poder expresar ideas y tener la capacidad de refutar otras. Para poder leer y entender los sentimientos que los comprenden y los dominan.
Esta, es la trama principal que sustenta nuestra historia, la de una docente que creyendo en los alcances de la educación, se propuso crear nuevos espacios de participación. ¿Para qué? Para que sean más libres. Para que intenten al menos, entender la realidad que los circunda. Para poder expresar ideas y tener la capacidad de refutar otras. Para poder leer y entender los sentimientos que los comprenden y los dominan.
"Este es el perfil de quien nos ocupa y sustenta nuestras argumentaciones. La Seño Claudia. La que en sus jóvenes años, descubrió que su sentir no era indiferente a los problemas que se presentaban en la escuela de la que era parte".
Emocionada, nos confiaba: “Esto – en alusión al proyecto - es una manera también de ir leyendo las necesidades que tienen los chicos. A mí me atrapa eso, veo chicos que son dejados de lado, no los hablan, hay chicos que son violentos… se les pone un rótulo y punto, yo trabajo con eso (…) más que conocer las causas, acercarme a, y de qué modo yo me puedo acercar a, no es diciéndole hola, que haces, por qué sos así, porque él tampoco lo sabe. Entonces, no le puedo preguntar algo que yo ya sé (…) Todos tenemos virtudes, todos, hay que buscarlas. Hay que encontrarlas y yo, me propuse esa meta. Siempre, desde el primer día de mi vida de clase, me propuse esa meta, porque me gusta, me apasiona porque el ver la carita de ese chico o, de esa niña que viene me mira o me abraza y me dice “Seño, te extrañé”, para mí, ya está”.
En el seno del Centro Estudiantil
que funcionó en la Escuela Nº 182 “Martín Miguel de Güemes”, se diluían los
miedos. En ese contexto, se encontraban soluciones a los problemas con los que convivían
los alumnos. Encontraban respuestas, porque desde su plena participación,
buscaban, celosamente buscaban.
Presa de una necesidad o producto de acumuladas postraciones, buscaban.
Desde ese ámbito, se comenzaba a proyectar lo que en tiempo y forma llegaría:
el acto eleccionario. Acto que les posibilita pensar y sentir desde ellos
mismos. Sin intervenciones, argumentando con su presencia aquello que debatían y defendían en tan celosos encuentros.
Al igual que la Seño Claudia, sus convicciones revestidas de coyunturales
necesidades, no escatimaban esfuerzo alguno. La voluntad participativa de los
alumnos, posibilitó en el transcurso que este Centro tuvo vigencia, que se lograsen
acuerdos, que se acortasen distancias, que se recuperasen saludos, que se celebrasen
nuevos abrazos.
Todo
bajo la atenta mirada de la Seño Claudia.
Todo dentro del entramado del Centro de Estudiantes que, con su vital recorrido, devino, en un
claro antecedente de un tiempo remoto en el que el entramado social se fortalecía, alcanzando y estableciendo nuevos y sólidos lazos de convivencia.
Antecedente, que aguarda ser removido, seguramente, del silencioso archivo de la memoria para pasar a ser parte nuevamente del presente. Presente que en parte, lo desconoce, pero que en parte también, presiente su existencia.
Antecedente, que aguarda ser removido, seguramente, del silencioso archivo de la memoria para pasar a ser parte nuevamente del presente. Presente que en parte, lo desconoce, pero que en parte también, presiente su existencia.
Antecedente, que aguarda con la mesura y la prudencia que amerita el tema,
a que de manera específica, se gestione y se concrete, el pleno funcionamiento de
Centros de Estudiantes en las Escuelas Primarias del ejido urbano. Revitalizando
y enriqueciendo de este modo, el acervo cultural de la histórica ciudad de San Lorenzo.
Historia del Centro de Estudiantes de la Escuela Nº 182 “Martín Miguel de Güemes”
La historia del Centro de Estudiantes
se remonta a hace tres años cuando observo que los niños de la escuela donde
trabajo como Vicedirectora del turno mañana se peleaban con asiduidad y al
hablarlos, ellos se perdonaban y seguían siendo tan amigos como antes. Pensé
que podría ser posible que nos evitáramos tantos problemas dejando que ellos
resolvieran sus propios conflictos. Así,
fue que comencé a averiguar y dialogué con los niños de todos los grados, en
horas de clases y en recreos. Me asesoré, y pedí ayuda al Centro de Estudiantes
del Colegio Santa Rosa de Viterbo. Miembros de la Comisión se acercaron a
dialogar con los alumnos de 6º grado en ese entonces. Luego, dialogamos con los
niños preguntándoles si podría ser esta una posible solución a los conflictos y
necesidades que se presentaban entre ellos y fue muy positiva la misma, ya que
su entusiasmo los llevó a investigar, reunirse, debatir, analizar y acordar el
nacimiento del “Centro de Estudiantes de la Escuela Martín Miguel de Güemes” generando el estatuto.
Se establecieron democráticamente
quienes querían participar y el día 20 de octubre de 2014, comienza a funcionar
el Primer Centro de Estudiantes de la Escuela Güemes .
Haya mucho por contar, la participación
es activa, los niños PRESIDENTES, VICEPRESIDENTES, VOCALES, SECRETARIO,
TESORERO Y DELEGADOS DE CADA GRADO, comenzaron a asir, aprehender y vivir la
democracia.
En las reuniones se presentan
propuestas y se discuten las posibles viabilidades de concreción o las posibles
soluciones a cualquier conflicto o necesidad de cambio o modificación que se
presente en el establecimiento.
Siempre pensando en el bienestar y
mejoramiento de relaciones que establecen a inclusión, calidad y
territorialidad.
Los alumnos los 20 de octubre luego
de realizar las listas conformadas con alumnos de cuarto a 7º. Con las
propuestas, las identificaciones, folletos, canciones con letras que proclaman
e informan sobre su postulación y propuestas, todo elaborado por ellos, se dan
a conocer en forma simultánea a todo el alumnado, docentes y no docentes.
Llega la veda política y es admirable
y emotivo ver cómo ellos mismos se establecen los compromisos, límites y
respeto.
Las docentes ayudan a establecer las
votaciones, cuarto oscuro, urna, listas oficiales…todo se conforma bajo las normas
de una votación democrática. Se realiza el recuento de votos y se da a conocer
los ganadores. Todo se establece en orden, esperanza, con expectativas y
alegría.
Esta Comisión ha establecido mejoras
como: colocar percheros en cada aula, espejos en los baños, establecer horas y
orden en la filas para compras en el kiosco, donaciones varias e intercambios
de experiencias con la Escuela Nº 219 “Nicasio
Oroño”, ayuda a compañeros que han presentado alguna dificultad en su
alimentación (celiacos) con campañas de concientización y recolección de
alimentos.
Se propuso un distintivo y luego de debates y propuestas del formato, se
vota por uno y se realiza un PIN.
Debido a la propuesta de un alumno de la escuela, se realiza la Secretaría
de Mediadores. Donde ellos dialogan con sus pares ante conflictos que suelen
suceder de peleas o dichos.
Se adjuntan fotos del día de votación de las listas y de los avances de
instancias de trabajo.
El trabajo continua…
CLAUDIA PALACIOS. Profesora y Diplomada en Educación
La Trompeta “reportajes” San Lorenzo, miércoles 29 de agosto de 2018